lunes, 2 de marzo de 2009



Overclocking es un término inglés compuesto que se aplica al hecho de hacer
funcionar a un componente del ordenador a una velocidad superior a su velocidad de
diseño original. Literalmente significa "subir el reloj".



El comportamiento del mundo de la informática viene definido por la “Ley de
Moore”, que afirma que la potencia de los procesadores se duplica cada 18 meses.
Hoy en día la rápida evolución tecnológica y los planes comerciales de las empresas
nos hacen creer que nuestro ordenador se ha quedado "anticuado" al poco tiempo de
comprarlo. Por anticuado no nos referimos a que el micro “se vuelva viejo”


Lo que ocurre es que las
nuevas aplicaciones cada vez demandan mayor potencia del procesador y ello nos
lleva a preguntarnos si necesitamos más potencia de la que tenemos. Cuanta más
potencia necesitemos, más podrá hacer el overclocking por nosotros. El overclocking
puede hacer que nuestro ordenador rinda más con un coste mínimo. De esta manera,
podremos retrasar la compra de un equipo nuevo, y comprar uno mejor que el que
teníamos planeado por el mismo precio.


Desafortunadamente, la ingeniería y la fabricación de chips no son ciencias exactas, y
es imposible a priori conocer la velocidad exacta a la que un determinado chip será
capaz de funcionar. Una vez se han obtenido una serie de procesadores (en principio
todos a una misma velocidad establecida, por ejemplo de 800Mhz), estos chips son
testeados en un banco de pruebas. Aquellos que pasan las pruebas de funcionamiento
a 800Mhz. se etiquetan como tal y salen a la calle.



Este nivel de overclocking de un procesador dependerá del tipo, y modelo en
concreto; algunos realmente no se pueden forzar, o en cantidad mínima. Por norma
general, la velocidad de los componentes puede verse aumentada en una media del
15%, siendo los procesadores de Intel los que permiten ser más forzados, mientras
que los de AMD no tanto, ya que suelen trabajar al máximo de sus posibilidades.




PROBELMAS...


1 Aumento del calor: Al aumentar la velocidad de funcionamiento, aumentamos la
cantidad de electricidad que pasa a través del circuito, y por consiguiente, el calor que
desprende el mismo, que en caso de ser excesivo puede ocasionar fallos e incluso
defectos permanentes en el chip.


2 Electro-migración: Éste es un concepto algo ambiguo. Se sabe que las mayores
velocidades de funcionamiento causan una especie de erosión de los circuitos del
micro. Esta erosión puede causar defectos con el tiempo y, obviamente, forzar un
procesador a una frecuencia mayor puede acelerar mucho este proceso. Sin embargo,
no está claro que este proceso sea determinante en la (breve) vida de un
microprocesador.


3 Alteración de la configuración global del equipo: Forzar la frecuencia del micro
implica en muchos casos aumentar la frecuencia de otros componentes: memoria,
placa base, tarjeta de vídeo.


4 Garantía del equipo: Realizar overclocking sobre el procesador o modificar la
configuración “de fábrica” de cualquiera de los componentes internos del mismo
comporta la pérdida automática de la garantía.
Por todo ello hay que tener en cuenta que podemos dañar gravemente al ordenador, al
hacerlo funcionar muy por encima de sus posibilidades.



El overclocking debe ser realizado por personas que conoscas el funcionamiento de
procesador a nivel de hardware, administrar la suficiente ventilacion para regular la
temperatura causada por el sobrecarga, se ha conocido casos hasta de 6.0 GHz con un
pentium IV de 3.0 GHz
PERIFERICOS